domingo, 2 de enero de 2011

Domingo 2 de enero del 2011

Y así se fué otro año, cargado de emociones, sensaciones, recuerdos, pensamientos; lo mismo que todos los fines de años anteriores, por lo menos en mi caso.
El día 31 de diciembre del 2010, me levanté con
ganas de terminar bien el año, me dije a mi mismo "basta de terminarlo mal, alcoholizado por quien
sabe que razón y llorando como si se me hubiese muerto alguien, hay que cambiar de actitud" y sí, me lo creí.
Es por eso que empecé a ordenar con música que
podría levantarle el ánimo a cualquiera y, por alguna extraña razón, no solo me ponía de buen humor, sino que marcaba el quiebre de una rutina absolutamente patética que, año tras año, repetía sin más.
Así pasó el día, y minuto a minuto se iba acercando "el gran momento", donde le diríamos chau a un año y daríamos la bienvenida a otro, deseando que sea mejor que el año saliente. Lo extraño de todo esto es que 10 minutos antes de las 00:00 del primero de enero, me sentí extrañamente raro: de repente apareció en mi un sentimiento de vacío, un nudo en la garganta, un desconsuelo por quien sabe qué razón. Sí, 10 minutos antes caí.
Me acosté y me quedé dormido, más allá de que mi madre me despertó 2 minutos antes del brindis.
No entiendo, parece que es en vano el esfuerzo que hago por estar bien y juro que lo intento, lo intento con ganas... pero no.
No sé si será por costumbre o por caer en la negación y no aceptar que no solo había motivos, sensaciones y recuerdos que me mataban en silencio, sino que los ignoraba; intentando mentirme y decirme "esta es la mejor noche de tu vida".
No sé que pasará la próxima vez, supongo que tengo 363 días para, no solo mejorar mi vida, sino hacer algo por mi y por mi salud emocional. Esa es mi meta: Vivir y encontrarme en el camino.

1 comentario:

Maria Sofìa Gomez dijo...

Saludos gordito!Me encanta tu blog, un abrazo :)

Sobre el blog.

Amor, odio, desamor, soledad y demás sentimientos que conviven en una persona. El objetivo es intentar sacar a flote todas aquellas emociones que, inconscientemente o no, guardo para mi.
Mi catarsis son las palabras, a veces claramente expresadas, otras veces un sin fin de incoherencias que, paradojicamente, tienen una gran importancia para mi.
Si entraste, espero que puedas tomarte unos minutos y leer, y que por sobre todas las cosas, te dejes llevar.
Gracias por leer, de corazón. GRACIAS.

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