miércoles, 26 de noviembre de 2008

Pensamientos de una triste noche...

Estaba acostado, mirando al techo sin poder dormirme. Miles de pensamientos atravesaban mi mente, como hacía tiempo no me pasaba.
Necesitaba salir, en cierta forma emprendí lo que sería el escape a esos pensamientos que poco a poco iban lacerando mi cabeza. Salí afuera, la noche estaba fresca y calma, una noche tan hermosa y despejada que cualquiera podría enamorarse. Creo que yo me enamoré de ella.
Me senté afuera y miré el cielo buscando un "no se qué" que me calmara.
Rapidamente, los pensamientos volvieron a mi mente. Recuerdos que se empeñaban en ser recordados, con el afán de producir algo en mi persona.
Decidí ceder a ellos, decidí recordar aquellas cosas que, sin ningun motivo aparente, venian a mi cabeza una tras otra.
Recordé paisajes... lugares... personas. Momentos lindos y otros que no lo fueron tanto. Pero muy dentro me seguía preguntando ¿Por qué esta invasion repentina? ¿Por que los recuerdos se hermanaban como haciendo un complot hacia mi?
Decidí tranquilizarme y pensar. Mientras hacía esto, miré la luna y las estrellas del cielo. De repente, vi una estrella que parecia tener menos brillo que las demas. No sé si fué mi imaginación o fascinación, pero parecía como si, en comparación con la estrella más brillante, ella estuviera más separadas del resto, como olvidada y solitaria. De alguna forma, esa estrella era yo. No por ser la menos brillante, sino por lo solitaria que estaba.
Fué ahí que caí, los recuerdos parecían tener sentido.
Me dí cuenta que cuando más brillas, más gente está a tu alrededor, por que los ganadores necesitan personas que los alaben y aplaudan.
¿Pero qué pasa cuando no brillas tanto? ¿Cuando no vivis regalando sonrisas? ¿Cuando no tenés nada que ofrecerle al mundo? ¿Cuando te sentis decepcionado?
La mayoría de las veces la soledad es la única amiga, y puede que suene irónico, pero cuando uno está mal, cuando tiene ganas de llorar sin dar motivos del por que, la soledad es la única que no abandona.
Y era verdad, miré a mi alrededor y no había nadie...
Había perdido tantas personas, había estado atadas a tantas otras, que mi imagen se asemejaba cada vez más a la de la estrella y me convencí de que tal vez fuí yo el que cometio errores. Y tal vez, sea tiempo de dejar el pasado. Tal vez sea tiempo de dejar que las heridas cicatrices, de dejarte atrás, por que al final nadie le puede escapar al tiempo y la vida no espera.

Sobre el blog.

Amor, odio, desamor, soledad y demás sentimientos que conviven en una persona. El objetivo es intentar sacar a flote todas aquellas emociones que, inconscientemente o no, guardo para mi.
Mi catarsis son las palabras, a veces claramente expresadas, otras veces un sin fin de incoherencias que, paradojicamente, tienen una gran importancia para mi.
Si entraste, espero que puedas tomarte unos minutos y leer, y que por sobre todas las cosas, te dejes llevar.
Gracias por leer, de corazón. GRACIAS.

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