Conversaciones con él.

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  Él: 
• mientras ud sea feliz y se sienta comodo tiene mi apoyo 



Yo: 

• no me considero feliz



Él: 

• eso si, a lo qe emprenda le mete el triple de ganas.



Yo: 

• el otro día estuve pensando sobre eso. No me recuerdo feliz y es raro



Él: 

• Como seria?. No recordas la sensacion de felicidad o no tuviste ninguna hasta el momento como para volver a sentirla?



Yo: 

• no lo recuerdo, o no recuerdo haber sido feliz, y no lo digo así deprimido, lo digo como "pucha, no me acuerdo"



Él: 

• Como tipo analizándolo pero yo te recuerdo feliz 

aun asi te noto un tanto cambiado desde qe tas en rosario :S
Siempre el mismo bombón, pero tipo como apapuchado.Como resignado...pero no se de qe.


Yo: 

• vos decís?


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Parece mentira, es como si la distancia no le afectara. En este momento que me hablo, necesitaba de alguien, y no es que me haya descargado, solo necesitaba que alguien estuviese.
Él tiene eso, tiene la manía de aparecer cuando más lo necesito, como si supiera cuando o como si de verdad alguien o algo me lo mandara en ese momento justo.
Me encanta tenerlo cerca, por que para mi lo está, los kilometros de distancia son NADA, y eso es lo que hace que cada día lo quiera más.
Gracias negro, gracias.




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Esta conversación me dejó pensando. Era la primera vez que alguien me decía eso.
Siempre creí que tenia la fuerza suficiente para dejar que nada ni nadie me afectara de ninguna forma. Había dejado derrumbarme.
Con la felicidad tengo un, no se si llamarlo problema, pero podría. No es que no haya sido feliz nunca, solo que no recuerdo lo que era ser feliz, como uno debería sentirte o actuar.
Siento que siempre me falta algo. Un algo que complete la felicidad. Un algo que evita que la felicidad se presente, aunque esto me ha servido. Si, me ha servido.
Siempre viví más de la tristeza o de los sentimientos "no tan felices": escribo en base a eso, vivo en base a eso, no me imagino de otra cosa, y no es por el estado de comodidad que te brinda estar "mal", por que si vamos al caso, es mucho más trabajo buscar la felicidad,  por eso mismo poca gente la tiene, y quien la tiene, no es por mucho tiempo.
La idea de la dualidad entre la felicidad y la tristeza es lo que hace que yo sea yo, por que no me veo de otra forma, por que soy lo que soy por eso y por las experiencias que me llevaron a estar así. Quizás no sea ni la mejor de las personas, quizás no sea el cerebro más grande del mundo, quizás me han visto llorar más que reír, pero sigo siendo yo, y eso es algo que jamás cambiaría.


DIEKO ALVARENGA
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